No hay nada más sublime que comerse una estrella
Y todavía no me lo creo
Y eso no lo sabía el barbero, no lo sabía yo, no lo sabía nadie
Vía láctea, sonrisas de no creer, mares y misterios tardíos
Selección de poemas del libro
Llegó el fin del mundo a mi barrio.
por Frank Báez @frank.baez